Sus protagonistas, integrantes del Grupo Técnico de la I Brigada Aérea durante el Conflicto del Atlántico Sur, narraron cómo convirtieron al Hercules en bombardero
El sábado 24 de mayo, en una nueva jornada de Historia Aeronáutica, se presentaron el suboficial mayor "VGM" (R) Adolfo Rosso y el personal civil Víctor Martínez, ambos integrantes del el Grupo Técnico perteneciente a la I Brigada Aérea, quienes convirtieron -durante la Guerra de Malvinas- a la aeronave Lockheed C-130 Hercules en un bombardero. La charla se realizó en el microcine del Museo Nacional de Aeronáutica (MNA) y contó con un colmado auditorio.
El C-130 Hercules, es un avión originariamente destinado al transporte de carga pesada, función que cumplió en incontables misiones durante el Conflicto - estableciendo el puente logístico- como así el reabastecimiento de combustible en vuelo y las misiones de exploración lejana. Sin embargo, frente a la necesidad…
Comenzó el relato Adolfo y fue intercalándose con Víctor para contar cada detalle de la historia.
A: El TC-68 era el más nuevo de la Fuerza Aérea en 1982, por lo tanto, tenía menos ñañas. (…) Su último indicativo fue Matilde, por eso lo asociamos al bombardero.
Estando en Comodoro Rivadavia haciendo mantenimientos, nos llaman al señor Martínez y a cuatro personas más y nos dicen que nos teníamos que ir a la Fábrica Militar de Aviones y nunca nos dijeron a qué íbamos. Al llegar el primer inconveniente que tuvimos fue hacer entrar el avión dentro del hangar, problema que resolvimos haciendo reversibles los motores. La gente de la Fábrica de Aviones no tenía idea de C-130 –para eso habíamos ido nosotros-, ellos sabían de armamento. Nos dieron una caja y un botón de lanzamiento.
V: Cuando llegamos, tuvimos una charla con la gente de Córdoba y ahí nos explicaron lo que íbamos a hacer. Presentamos las propuestas y nos pusimos manos a la obra. Se sacaron los tanques de combustible y ahí se puso el soporte de bombas. El avión sin los tanques perdía mucha autonomía entonces los pusimos adentro. Y luego, adicionamos dos tanques más en el compartimento de carga.
A: Otro de los inconvenientes que fuimos sufriendo fue hacer llegar el combustible pero hicimos unas adaptaciones para que todo funcionara bien. El trabajo se hizo en una semana y no estaba cableado, es decir, aprovechamos parte de la instalación pero no estaba cableado totalmente para poder colocar lo que habíamos preparado.
V: Fue todo muy artesanal porque no teníamos otra forma. Era todo a prueba-error y nos costó bastante trabajo.
A: Se hicieron todas las pruebas eléctricas -que después se hacían antes de cada vuelo- y se realizaron los vuelos de prueba en la mezquita que es un campo que tiene el Ejército Argentino cerca de la Escuela de Aviación. En el primero, dejamos sin luz a La Calera por una falla de puntería. En el próximo vuelo, que fue sobre el mar, se definieron mejor los ángulos. Se hicieron solo dos vuelos porque estaban apurados porque la idea principal del armado de este avión era atacar al portaviones HMS Queen Elizabeth II pero no llegamos a tiempo, pero después sirvió para los demás buques que se atacaron.
V: Tres o cuatro horas previas al vuelo realizábamos la prueba de todo el sistema y cuando venía la tripulación le dábamos el ok. Las pruebas de las bombas también eran completas.
“Antes de terminar quiero recordar a todos los héroes que quedaron en Malvinas, por ellos: ¡VIVA LA PATRIA!”, exclamó a viva voz Martínez, seguido de un cálido y fuerte aplauso del auditorio.
Así finaliza la anécdota del trabajo realizado por los integrantes del Grupo Técnico de El Palomar. No obstante, la historia continuó y durante la Guerra, el Hercules bombardero atacó el 29 de mayo a un petrolero — el British Wye —, causándole daños menores y el superpetrolero Hercules fue alcanzado el 8 de junio, lo que provocaría su posterior hundimiento por parte de sus operadores. Entre el 1 de mayo y el 14 de junio, el sistema de armas C-130 efectuó 7 salidas como bombardero.
Para concluir la jornada, los presentes fueron invitados a conocer el interior del C-130 (TC-60) que integra la colección del MNA y allí, los expositores detallaron temas técnicos de interés de los visitantes.
Fuente histórica: “La Fuerza Aérea en Malvinas”. Volumen III – Del 8 de junio al cese del fuego. Comisión Batalla Aérea por Nuestras Islas Malvinas (BANIM).