ACTIVIDADES COMPLEMENTARIAS
En cuanto a estas actividades, en el campamento base se iban desarrollando normalmente, en constante contactos radioeléctricos con la IV Brigada Aérea quien proporcionaba información de todo tipo, mientras que la comisión informaba novedades relacionadas a la marcha de la búsqueda y particularidades.
Los animales realizaban tareas de reaprovisionamiento bajando periódicamente al refugio “General Lamadrid”, dejando en evidencia la importancia de los mulares para estas labores en la montaña. Es así que el día 3 de febrero se obtiene una valiosa información mediante el estudio del terreno: Una vasta quebrada (cordón fronterizo con Chile), conformada por una “morena frontal” antigua con otra profunda quebrada secundaria orientada este-oeste en forma perpendicular a la cuál transitaba la Patrulla, distinguiéndose por su nivel muy alto, no siendo visible desde el plazo del río.
Sorprendidos por su vastedad, la columna inicia el recorrido intentando llegar a su fondo para proceder a bajar ya explorando, ambas laderas. Es en estas circunstancias que el Suboficial Bringas descubre, asomando entre una piedra, un trozo de tela que podía ser considerado un indicio favorable en razón de que es ese lugar, según un baqueano experimentado, era improbable que lo hubiera transitado algún ser humano.
Sin embargo, el citado trozo fue observado por el Suboficial Svars, quien lo examinó, descubriendo este que al desplegarlo se desprendían trozos del particular acabado (dope) que recibían los entelados de aquellos aeroplanos para prestarle solidez.
Ante la envergadura del hallazgo y con el entusiasmo reinante, la Patrulla decidió regresar al campamento, a los fines de ordenar ideas y futuro proceder. Al día siguiente, 4 de febrero, se organiza una columna con la mayor cantidad de hombres posible, siempre no descuidando al campamento. La marcha estuvo orientada hacia el fondo de la quebrada dando resultados exitosos al poco tiempo: sobre el faldeo derecho comienzan a aparecer astillas de madera que, luego se comprobaría que pertenecían a la hélice del aparato. Con la certeza de estar cerca de los restos del Nieuport, los esfuerzos se concentraron en esa área.
MATIENZO SOBREVOLO CHILE
Es evidente que la presencia de estos elementos (trozo de tela, astillas) indicaban que el avión se hallaba en el faldeo que ascendía hasta la cuchilla limítrofe, por lo tanto y por escasos metros, dentro del territorio argentino. Ello dio pie a la teoría sustentada por el Suboficial Svars de que “Matienzo cumplió su cometido sobrevolando Chile”, tema que desarrolló formalmente en un artículo publicado en la Revista Nacional de Aeronáutica N° 102 de septiembre de 1950, y que ha servido como fuente de consulta para este artículo.
Efectivamente a media altura sobre la ladera descripta, semisepultado por piedras desprendidas de los riscos superiores, más las sucesivas nevadas anuales transformadas en hielo, a 4.500 metros sobre el nivel del mar. Asomaba a través del andino un extremo mutilado de su astillada hélice, y por un costado del túmulo así constituido, el contorno de la mitad de una de sus endebles ruedas.
Todo fue registrado fotográficamente enfocando distintos ángulos, como así también su despejamiento gradual y desmantelamiento en forma cronológica. En días posteriores se continuó documentando con fotografías el traslado, realizado con paciencia y el extremo cuidado que impidiera perjudicar los restos.
El Cabo Mayor Funes fue el encargado de transmitir por radio la novedad a las autoridades, quienes la dieron a conocer a los distintos medios de difusión.
Finalizado el rescate, la Patrulla erigió un monolito con piedras del lugar colocando en su interior un recipiente que contiene un documento recordatorio y se procedió a regresar a la ciudad de Mendoza portando el histórico trofeo.
EXPUESTO PARA SER ADMIRADO Y HOMENAJEADO
Los restos del histórico avión Nieuport 28C1 fueron trasladados hasta la Base Aérea Militar El Palomar, en dónde fueron recibidos por las autoridades de Aeronáutica, oficiales y suboficiales del arma. No obstante, el reclamo del pueblo mendocino, quienes consideraban a la reliquia como propia, la misma continuó su periplo al disponer los mandos de la Fuerza Aérea que se transportara el endeble biplano de caza desde la BAM El Palomar al Instituto Aerotécnico de Córdoba, a fin de establecer fehacientemente si se trataba del mencionado avión por medio de una inspección de sus elementos constitutivos (marca, matrícula, motor, modelo) interviniendo técnicos sobrevivientes a la época.
Luego, se lo destinó a permanecer en la provincia de Córdoba, Escuela de Aviación Militar, como ejemplo edificante de los futuros componentes del arma aérea. Allí permaneció por algunos años hasta la creación del Museo Nacional de Aeronáutica, en 1960, para ser exhibido en una artística vitrina en sus primitivas instalaciones del aeroparque de la Ciudad de Buenos Aires. Actualmente, continua con su cometido de perdurar la memoria del Tte. Benjamín Matienzo y su intento por vencer a los Andes expuesto en el Hangar 2 de la nueva sede del MNA en Morón.
FUENTES DE CONSULTAS:
ARCHIVOS: CÍRCULO DE SUBOFICIALES DE LA FUERZA AÉREA ARGENTINA.
TESTIMONIOS ESCRITOS S.M. (R) MANUEL SVARS Y S.M.(R) OSCAR FUNES.
“MATIENZO SOBREVOLÓ CHILE” artículo publicado en Revista Nacional de Aeronáutica N° 102. Año 1950.
FOTOGRAFÍAS:
ARCHIVO CÍRCULO DE SUBOFICIALES DE LA FUERZA AÉREA ARGENTINA.
REVISTA NACIONAL DE AERONÁUTICA. N° 102. AÑO 1950.
DTO. INVESTIGACIONES HISTÓRICAS MNA - 28 FEBRERO- 2024
