Dolores Almandos Almonacíd realizó una valiosa donación al Museo Nacional de Aeronáutica.
El 22 de noviembre, el Director del Museo Nacional de Aeronáutica, Comodoro (R) Carlos Maroni, recibió a Dolores Almandos Almonacíd, nieta del precursor de la aviación nacional, Vicente Almandos Almonacíd, con motivo de la donación de un interesante patrimonio exclusivo de su abuelo.
La importancia histórica y cultural del material donado contribuirá al conocimiento y estudio fehaciente de aquellos que contribuyeron al desarrollo de la aeronáutica en nuestra Nación. Las piezas quedarán en guarda en el Museo y serán expuestas al público próximamente.
El patrimonio consta de una fotografía de Almandos Almonacid, una caricatura y una pieza cerámica, las tres originales y enmarcadas. Asimismo, Dolores, amante de la historia - como ella misma se describió- y enamorada de todo lo relativo a su abuelo, realizó un trabajo de clasificación de documentos escritos, periódicos y fotografías, desprendiéndose del legado familiar y atesorando únicamente copias del mismo.
Desde el Museo Nacional de Aeronáutica agradecemos a Dolores por su visita y por transmitirnos anécdotas memorables, como así también a toda la familia Almandos Almonacíd por esta importante donación.
¿Quién fue Vicente Almandos Almonacíd?
“Comprendo que es un honor haber nacido en Francia, pero yo ya tengo el honor de ser argentino”.
Nació en La Rioja el 25 de diciembre de 1882. Desde niño se pudo apreciar su amor por los aviones y la aeronáutica.
En el año 1913, viajó a Francia para poder cumplir su sueño de volar. El 3 de octubre del mismo año, obtuvo su título de piloto aviador y brevet por el Aero Club de Francia e ingresa al Ejército Francés como voluntario. Su inmediato destino fue la Legión Extranjera.
Ganó con su pericia y responsabilidad, la confianza y consideración de la superioridad militar francesa. Fue ascendido a Sargento y le otorgaron la Medalla Militar por sus hazañas en combate. En 1916, recibe la orden de formar una escuadrilla especial (Escuadrilla Nº29) para operar en bombarderos de larga distancia.
En sus múltiples combates aéreos, en los que superó las mil horas de vuelo, derribó tres aviones enemigos, y por dos veces fue, a su vez, derribado, solo con leves heridas. La heroica figura de Almonacíd fue vista y admirada en París, pero su mente inquieta trazaba ya planes para el futuro, y el 6 de septiembre de 1919, volvió a la Argentina como jefe de División de la Misión Aeronáutica Francesa e incorporado al Ejército Nacional con el grado de Capitán.
La Misión Aeronáutica Francesa dejó sentada las bases de la aviación comercial en nuestro país, lo que motivó a Almonacíd a fundar la Aeroposta Argentina S.A. en el año 1927.
A mediados de 1932, estalló la guerra entre Bolivia y Paraguay y Almonacíd, íntimamente vinculado con Paraguay por convenios aero-comerciales de Aeroposta Argentina, ofreció sus servicios a la causa paraguaya, y allá fue nuevamente el héroe.
La gloria acuña síntesis. Almonacíd pasó a ser sinónimo de coraje y audacia. Falleció el 16 de diciembre de 1953 en Buenos Aires.
FUENTES:
- LIRONI, Julio Víctor (1973). Génesis de la aviación argentina. 1910-1915 inclusive. Su historia y sus hombres.
- LARRA, Raúl (1978). Desafío de los Andes. Ediciones Anfora.
FOTOGRAFÍAS: S.V. AILÉN DÍAZ.
DEPARTAMENTO RELACIONES PÚBLICAS MNA 28-11-2023