El pasado sábado 23 de marzo el Museo Nacional de Aeronáutica, gracias al trabajo del Grupo Técnico de Restauraciones Aeronáuticas (GTRA), integró a su colección patrimonial dos elementos representativos de la industria aeronáutica británica: una pata de tren de aterrizaje de un caza “Supermarine Spitfire” y un motor “Merlin” planta de poder que equipara, entre otros, a los bombarderos Avro “Lancaster”, siendo estos últimos parte de la dotación de la Fuerza Aérea Argentina desde el año 1947.
Para conocer más sobre la historia de estos elementos, comenzaremos por la pata de tren de aterrizaje del famoso caza “Spitfire”.
Adolf Galland fue uno de los mejores pilotos de la Luftwaffe, llegando a alcanzar el rango de General. En una ocasión, Hermann Göring, el comandante supremo de la Luftwaffe estaba de visita en Calais para comprobar sobre el terreno las operaciones que estaban desarrollando los pilotos alemanes en la Batalla de Inglaterra, y durante la visita, Galland tuvo la oportunidad de hablar conGöring y cuando éste le preguntó qué necesitaban para poder derrotar a los ingleses en el aire, Galland le contestó <<Déme cinco escuadrillas de Spitfire>>.
Tal fama alcanzada por este caza británico, que muchos le atribuyen la derrota alemana sobre los cielos ingleses en duros combates contra su oponente el Messerschmitt BF 109. En la Universidad de La Plata, en 1938 se crea el Centro de Aeronáutica y el 1942 el Departamento de Aeronáutica y la carrera de ingeniería aeronáutica, con la colaboración de entidades militares y civiles.
Estas aeronaves permitían a los docentes y futuros egresados lograr una preparación acorde a los niveles de otros países del mundo, siendo tecnologías y metodologías utilizadas para la época. A partir de 1947, la reciente independizada Fuerza Aérea Argentina comienza con un proceso de adquisición de material aéreo a los fines de renovar su anticuada dotación. Justamente, Gran Bretaña se convirtió en un proveedor de aeronaves de todo tipo.
Entre todo ese material, también llegaron demostradores de cazas “Spitfire” y “Hurricane” aunque la FAA ya había adquirido los cazas italianos FIAT G-55 con características similares a la de los cazas ingleses.
En el primer lote de Magister, Hennequin (empresa británica conocida por haber vendido al Estado argentino más de 150 Magister) importó a la Argentina el Spitfire Mk. VIII matrícula JF-275, con la intención de utilizarlo como demostrador ante la Fuerza Aérea Argentina, llegando a Buenos Aires en agosto de 1947, época en que ya se había concretado la compra de los Fiat G-55, de manera que nunca fue puesto en vuelo.
A principios de 1948 fue vendido por una 1 libra esterlina en forma simbólica a la Universidad Nacional de La Plata, que lo guardó durante un par de años en un depósito antes de utilizarlo para fines de enseñanza. Esta aeronave sólo poseía 12 hs de vuelo y vino sin armamento bélico, dado su destino como material didáctico.
Finalmente el 6 de julio de 2019 la pata de tren aterrizaje del “Spit” fue donada en comodato al Museo Nacional de Aeronáutica a través del Señor Marcelo Lorenzo. De esta manera, una parte de una caza emblemático que nos remite a la “Batalla de Inglaterra”, integra la colección patrimonial del Museo.
Otro emblema de la industria aeronáutica británica lo representa al motor Roll Royce “Merlin”. Es un motor aeronáutico de pistones, enfriado por líquido, de 27 L y 12 cilindros en V a 60°. Roll Royce llamó al motor “Merlin”, por un pequeño halcón del hemisferio norte (el falco columbarius, conocido en español “esmerejón”). Esto seguía la convención de Roll-Roys de poner nombres de aves de presa a sus motores de avión.
Varias versiones del Merlin fueron construidas por Rolls Royce. Una de sus versiones es la que equipó a los bombarderos Avro “Lancaster” BMK-1 que en un número de 15 equiparan el Grupo 2 de bombarderos de la V Brigada Aérea Villa Reynolds, junto a los más modernos Avro “Lincoln” a partir de 1947.
Los “Lancaster” de la FAA fueron matriculados desde el B-031 al B-045 y fueron exitosos al servicio de la Royal Air Force permitiendo al Comando de Bombardeo infligir grandes daños a la industria pesada alemana. De igual modo, en Argentina, las tripulaciones preferían utilizar los “Lincoln”.
Aún así fueron utilizados como “cargueros” nodrizas portadoras de misiles experimentales (PAT-1), fotografía aérea y entrenamientos de tripulaciones.
AUTOR: S.M. (R) WALTER BENTANCOR
FOTOS: S.V. AILÉN DÍAZ
DTO. INVESTIGACIONES HISTÓRICAS MNA - 25 MARZO 2024