Mariano Campelo, integrante del Grupo Técnico de Restauraciones Aeronáuticas, explica los avances en la recuperación de la aeronave.
“En septiembre de 2022, nos sorprendió la propuesta del Director del Museo Nacional de Aeronáutica, de comenzar a recuperar y poner en valor a “La Chancha”: el C-130B Hercules. Rápidamente, y sin dudarlo, aceptamos el desafío, conformamos un equipo de trabajo y nos pusimos manos a la obra”, comienza su relato Mariano Campelo, integrante del Grupo Técnico de Restauraciones Aeronáuticas.
Tras un año de trabajo, el equipo, ha avanzado sustancialmente en las mejoras propuestas para la aeronave, cumpliendo con parte de los objetivos trazados al iniciar el desafío. Entre ellas: la colocación de las superficies de control del avión (con el apoyo del personal de mantenimiento mayor de Hercules y del Grupo Técnico 1); se avanzó con la limpieza exterior e interior de la aeronave; se adecuaron las configuraciones internas; se trabajó en la confección del armado y tapizado de los almohadones que conforman los asientos de cabina como así también los colchones de las literas de descanso de la cabina.
“Gracias a la colaboración desinteresada de otras organizaciones civiles, hemos conseguido parte del instrumental faltante, como la escalera de acceso a la cabina. Así también, hemos recibido una importante donación de material por parte de un ex comandante “VGM” integrante del Escuadrón 1 C-130 que nos permitirá poner en servicio el sistema lumínico del avión y otras sorpresas para una mejor experiencia del visitante que quiera conocer la Chancha”, comentó Mariano.
En el último tramo de 2023, el conocimiento adquirido fue aplicado en el sistema eléctrico del avión, principalmente, lo que refiere a iluminación, gracias a la donación de material recibida. En palabra de Mariano: “Comenzamos las tareas desmontando los cuatro transformadores 115Vca/28Vcc, con la idea de testear su funcionamiento y ver la factibilidad de colocarle fuentes nuevas. Una vez estudiado el funcionamiento, analizado la operatividad del equipo y de establecer que la modificación era posible, se realizó la conversión de un primer transformador a 220Vca/28Vcc. Esta tarea nos permitió chequear los circuitos eléctricos del avión y poner en funcionamiento la iluminación de la bodega de carga y de la cabina, y la iluminación secundaria del instrumental de cabina. Se trabajó también sobre el sistema de aviso sonoro y lumínico para lanzamiento de carga y paracaidistas, pudiendo poner en funcionamiento el deflector de aire izquierdo. Asimismo, se consiguió el funcionamiento del limpia parabrisas y de las luces de taxeo”.
Un poco de historia
El 2 de febrero de 1994 arriba a la Primera Brigada Aérea “El Palomar” el cuarto Hercules (de cinco aeronaves adquiridas: TC-56, TC-57, TC-58 y TC-59), el C-130B (TC-60), con un esquema particular de pintura, conocido como EUROPEO 1 con característicos dos tonos de verde y un gris y el predominante radomo en color verde. Esquema que hacia diferenciarlo a simple vista de las otras Chanchas que integraban la línea de vuelo. En el caso puntual del ejemplar conservado en el Museo, fue construido en 1962 para la Fuerza Aérea de los Estados Unidos (United States Air Force - USAF) el cual fue matriculado 61-0969, identificación que empleó hasta principios de los años 90s cuando es transferido al Centro de Mantenimiento y Regeneración de Aeronaves (AMARC) en Arizona.
GRUPO TÉCNICO DE RESTAURACIONES AERONÁUTICAS.
DTO. RELACIONES PÚBLICAS MNA - 11 MARZO 2024
